La combinación de factores regulatorios, globales y de mercado requieren del Chief Financial Officer la reevaluación de la organización financiera y del papel que ésta desempeña en las organizaciones.
El objetivo, hoy en día, de los departamentos financieros debe ir más allá del reporte intachable de los resultados financieros y de la financiación de la empresa.
Al armonizar la manera en que los equipos, los procesos y la tecnología trabajan juntos para ayudar a conseguir los objetivos, el CFO debe evolucionar para ser una parte activa en el apoyo a la planificación estratégica, la eficiencia operativa y, finalmente, la creación de valor.
Pero, ¿ Cómo aprovechar esta oportunidad ?
La habilidad del CFO para llevar a la función financiera al siguiente nivel, conlleva desarrollar una visión y las correspondientes habilidades empresariales necesarias para dirigir el proceso de estandarización, el establecimiento de sistemas comunes y modelos de información y como resultado de ello, alinear la organización financiera.
Todas las actividades funcionales deben estar diseñadas para reflejar más precisamente el desempeño de la empresa, y el camino para la mejora debe comenzar con una detallada visión del departamento financiero.
Reconociendo que el camino no señala siempre en una única dirección y basado en mi experiencia, el éxito pasaría por confiar en el conocimiento profundo de la contabilidad, los procesos y las funciones, lo que puede ser aplicado, no sólo al departamento financiero sino a todas las operaciones que todas las compañias realizan actualmente.
En este sentido es importante entender los tres elementos críticos que, conjuntamente, influencian la efectividad de la función financiera y proponen una estructura para evaluar la adecuación del modelo actual de la función financiera, identificando las lagunas, en términos de niveles de servicio y estableciendo prioridades para el cambio.Estos tres elementos, contexto estratégico, cadena de valor financiera y las estructuras de apoyo, enlazan con otros cuatro factores que, a mi modo de ver, provocan el mayor impacto para reducir la complejidad y mejorar el desempeño del departamento financiero.
Estos cuatro factores se podrán describir como sigue:
Fortalecer la gestión del desempeño y las capacidades para presupuestar y proyectar resultados. La planificación, presupuestación, proyecciones y el reporte forman parte del mismo ciclo. Subyacente a estas actividades está la necesidad de conectar la estrategia, las operaciones y el reporte. La simplificación e integración de estos procesos financieros, ayuda a impulsar la responsabilidad, el control y la creación de valor.
Optimizar el cash flow y el capital utilizado. La habilidad de la empresa para maximizar la tesorería disponible, aprovechando las estrategias financieras y fiscales y poder reinvertir los fondos en el negocio es, hoy en dia, un elemento de medida del liderazgo o del retraso en el desempeño.Las empresas deben mejorar continuamente la gestión del capital circulante y profundizar en los ciclos del negocio que afectan a éste, para identificar cuellos de botella, errores y prácticas obsoletas.
Mejora del reporte interno y externo. La solución para mejorar los reportes no es sólo tener una tecnología nueva o mejor. La mejora en el reporte procede de la integración a través de la cadena de valor ( recogida de información, subsistemas, cierre de la contabilidad, consolidación, análisis, etc) y aprovechando las capacidades de herramientas tecnológicas, automatizar procesos clave, intercalando controles y aplicando estándares.
Crear y mantener controles efectivos de los costes. El requerimiento de conformidad con las normas está entorpeciendo los esfuerzos para reducir la complejidad de los procesos y los costes, y así mejorar la capacidad de respuesta. El mantenimiento de un control de costes efectivo supone un gran reto. Para hacer frente a este reto el departamento financiero debería estandarizar y simplificar procesos y sistemas, incluyendo la automatización de los controles críticos de los sistemas de gestión de la información.
Como resumen, el CFO debe orientarse a colaborar en el crecimiento, y no sólo a medirlo, reconociendo la oportunidad de convertirse en gestor del desempeño. Debe facilitar la visión y abanderar la gestión del cambio para construir una función financiera que cree valor, siendo reconocido como experto en el desempeño del negocio , identificando y gestionando los fundamentos estratégicos que determinarán el éxito, la rentabilidad y el bienestar futuro de la organización.