La estrategia de innovación define el papel de la innovación y establece la dirección para la ejecución de la innovación. Sin embargo, la función de la innovación para ayudar a las organizaciones a crecer no está, a veces, demasiado clara, y las ventas derivadas de esta innovación son insuficientes a menos que se gestione con absoluto rigor. Existen claros ejemplos de empresas que fracasaron al desarrollar y ejecutar su estrategia de innovación.
En esta entrada comento mi punto de vista en relación a cómo se debería desarrollar y ejecutar esta estrategia.
En primer lugar, es aconsejable aclarar que se debe entender por estrategia de innovación. Cuando se habla de innovación se debe hablar de la comercialización exitosa de nuevas ideas, es decir, invenciones que tengan impacto en el mercado o en otras palabras, innovación deber ser igual a invención y dimensión. Sin embargo, la palabra nuevas puede tener diferentes significados, que van desde "nuevo para la empresa" o "nuevo para nosotros". La palabra estrategia implica hablar de algo potencialmente de gran impacto en la empresa. Esto no incluye los nuevos formatos de producto que se consideran extensiones del mismo
Por lo tanto, ¿ cuáles serían los puntos clave que constituyen una buena estrategia de innovación ?
La estrategia de innovación necesita ser inspiradora y debería describir cómo se ve a la empresa en el futuro. Requiere grandes aspiraciones por parte de la empresa. Es de sobra conocido que la estrategia de innovación debe provenir de la estrategia corporativa indicando claramente cómo la organización ve las oportunidades de crecimiento y el papel que desempeñará la innovación. Sin embargo, mi opinión es que las oportunidades y posibilidades formuladas en la estrategia de innovación deberían determinar la estrategia corporativa. La invención se hace en todas partes.
Asimismo la estrategia de innovación necesita ser ambiciosa para poder distanciarse de la competencia, para batir a los competidores y crear nuevos espacios. Muchas estrategias de innovación realmente están orientadas a "nosotros también", es decir , son meramente incrementales. Incluso si se ejecutan de acuerdo a un plan, normalmente fracasan en generar una verdadera ventaja competitiva sostenible que solo se puede alcanzar por un desempeño superior al del crecimiento del mercado y excediendo los márgenes de beneficio medios para este mercado.
El proceso del desarrollo de la estrategia de innovación necesita también ser abierto. El que sea abierta es una buena manera de elevar el listón de la ambición y conseguir planes más maduros rápidamente. También la estrategia de innovación debe ser específica en el tiempo en el que será desarrollada. Esto quiere decir que es importante describir con gran precisión que iniciativas de innovación específicas serán seguidas y dónde se invertirá y competirá.
La estrategia de innovación también necesita explorar el posible desarrollo del mercado y los escenarios, a la vez que se definen las oportunidades más atractivas. La estrategia debería ser capaz de contestar a algunas preguntas como:
- ¿ Cuales son las palancas de crecimiento que mejor representan las oportunidades de la empresa para ganar en el mercado ?
- ¿ Cual es el peor escenario para cada palanca ?
En este punto es cuando el riesgo derivado de la ejecución de la estrategia de innovación debería ser evaluado en el contexto de la situación global de la empresa. Es decir, una empresa debería considerar cuantos " huevos hay que poner en la misma cesta" y recordar aquello de que "lo mas arriesgado es no tener riesgos".
Como punto final indicar que la estrategia necesita poder adaptarse y evolucionar en el tiempo, es decir, incorporar elementos de aprendizaje, permitir ajustes e incluso evitar que la organización tenga pérdidas. Aunque esto típicamente no cuadra con los ciclos de planificación anuales de las empresas. Una estrategia de innovación y su respectiva ejecución debería ser capaz de adaptarse en cada momento que surjan nuevos conocimientos incluso si requiere cambiar el rumbo para alcanzar la aspiración que se tenía al principio. Al fin y al cabo "Roma no se construyó en un día", y por lo tanto la innovación, algunas veces, requiere más tiempo del que se pensó inicialmente.