El valor de las medidas del desempeño es hoy más importante que nunca.
Con el actual dinamismo de los mercados, las rápidas tendencias tecnológicas, la erosión de los precios y la reducción de la rentabilidad las empresas necesitan medidas del desempeño o cuadros de mando que incluyan todos los aspectos del negocio y también la dinámica del mercado en el que operan.
Las empresas necesitan una herramienta que facilite el marco y la guía, que cree retos y estimule la motivación.
Las organizaciones necesitan medidas del desempeño que contínuamente renueven su energía, forzando la innovación y el cambio contínuo. Este sistema debe fiarse de los aspectos básicos del negocio.
Una empresa es una colección de procesos, entre los que se incluye el liderazgo. Cada proceso tiene inputs, entre los que están los proveedores, activos, recursos e información. El proceso incluye también la visión, las medidas, las políticas y procedimientos. A su vez, genera productos y servicios para los clientes.
Todos los negocios tienen desviaciones. La pregunta sería: ¿ qué se hace con ellas ?.
Cada empresa debería tener un proceso para gestionar las desviaciones excesivas dentro de la organización.
El cuadro de mando con Six Sigma se centra en las medidas de todos los aspectos de la organización. Ayuda en las preocupaciones que los directivos tienen sobre los sistemas basados en los cuadros de mando, por ejemplo, que son ineficientes en relación a los empleados que realizan las tareas. La mayoría de los cuadros de mando tienen intenciones estratégicas pero no profundizan en las medidas de los procesos.
Para que un cuadro de mando se implemente con éxito, debe incluir la planificación, la excelencia operacional y el crecimiento sostenible.
Six Sigma ofrece una metodología para la mejora del desempeño que genera grandes resultados y un nuevo paradigma que requiere un compromiso apasionado desde el liderazgo para establecer altas expectativas y garantizar los resultados a largo plazo.
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