Hoy en día el entorno es más competitivo que nunca. La competencia está globalizada y la transparencia es cada vez más importante tanto para las empresas como para los gobiernos.
En este entorno cambiante la gestión de costes es un elemento crítico para la supervivencia de muchas organizaciones. Pero la simple reducción de costes no es suficiente sino que además estos costes tienen que ser gestionados estratégicamente. La gestión estratégica de costes es la aplicación de las técnicas de gestión de costes para que la empresa pueda mejorar simultáneamente la posición estratégica y además reducir sus costes. La gestión estratégica de costes se puede aplicar tanto en empresas de servicios o de fabricación, como en organizaciones sin ánimo de lucro.
La gestión estratégica de costes tiene dos vertientes: la tradicional de reducción de costes y una segunda relacionada con la cadena de valor que los proyectos de la empresa aportan a la estrategia.
Los proyectos de gestión estratégica de costes son aquellos proyectos que añaden valor a la estrategia de la organización a la vez que reducen los costes unitarios de los productos, procesos o servicios. Un ejemplo podría ser un banco que establece un canal de bajo coste para dar servicios por internet.
Los proyectos de gestión de costes tradicionales estarían centrados sólo en la reducción de costes sin implicar ningún cambio en los factores estratégicos. Un ejemplo típico sería un hospital que estuviera reestructurando su proceso de facturación para reducir las actividades manuales en el proceso. Reduce el coste pero deja la posición estratégica sin cambios.
En las próximas entradas comentaré , más en profundidad, acerca de la gestión estratégica de costes complementando las entradas con algunos esquemas.