En este segundo post relacionado con la estrategia del océano azul quisiera comentar brevemente las diferencias entre esta estrategia y las estrategias orientadas a la competencia, que entran dentro de lo que se conoce como estrategias del océano rojo.
La estrategia del océano rojo presupone que las empresas están llamadas a competir en un mercado, que podríamos llamar, limitado. Asumiendo una estructura de mercado concreta, las empresas intentarán tener una posición defendible contra la competencia que existe en el mercado. Para sobrevivir en este mercado las empresas del océano rojo tienden a crear ventajas sobre la competencia, básicamente analizando lo que hacen los competidores e intentando hacerlo mejor.
Esta situación conduce a establecer que lo que una empresa gana supone una pérdida para las otras. De esta manera, la competencia, es la variable que define la estrategia. Asimismo, este planteamiento lleva a considerar los mercados como atractivos o no atractivos, y por lo tanto es necesario decidir entrar o no entrar en ellos. Después de entrar en un mercado, la empresa tiene que establecer cómo competirá, por diferenciación o por costes bajos. (no incluyo la conocida estrategia de nicho). En este entorno los conceptos de valor y coste son intercambiables.
En el cuadro siguiente, resumo las diferencias más importantes entre estas dos estrategias. Hacer click en el cuadro para agrandarlo
Bajo la estrategia del océano azul , el reto estratégico es bastante diferente. El principal objetivo es crear la conocida como innovación de valor, es decir, reducir costes y simultáneamente aumentar el valor para los clientes. La formulación podría ser :
Valor para el cliente = beneficio de la oferta - precio del beneficio
Valor para la empresa = precio de la oferta - coste de la oferta
La innovación de valor desafía uno de los principios establecidos en la estrategia basada en la competencia: el intercambio valor/coste. Está convencionalmente aceptado que las organizaciones suelen, o crear más valor para los clientes, asumiendo un coste mayor, o crear un valor aceptable a un coste menor. Es decir, o se compite en diferenciación o en costes bajos.
Por el contrario, si queremos iniciar una estrategia del océano azul, habría que concentrarse simultáneamente en ambos, es decir, en diferenciarse y además tener los costes más bajos.
En el siguiente cuadro muestro gráficamente el esquema fundamental de la estrategia del océano azul. Hacer click en el cuadro para agrandarlo
En la próxima entrada seguiré comentado otros temas relacionados con la estrategia del océano azul como el riesgo asociado a la misma y cómo establecer si una estrategia del océano azul podría ser viable.
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