Inicio una serie de posts para reflexionar sobre la importancia de la gestión del conocimiento para conseguir una ventaja competitiva sostenible.
Vivimos en una economía de grandes cambios, donde el único elemento que es constante, es el cambio. El entorno de las empresas está siendo influenciado por cambios diversos e inesperados, cambios que reducen el periodo en el que las organizaciones pueden mantener su ventaja competitiva. Cada sector de la industria en cualquie rincon del planeta está afectado por este cambio.
Uno de los mayores catalizadores de este cambio has sido el mercado, que ha pasado de ser un mercado de vendedores a un mercado de compradores. Los compradores están ahora mejor informados, gracias al desarrollo de internet y en consecuencia la información está mas diseminada.
Durante años, las organizaciones han practicado muchos métodos para crear y sostener la ventaja competitiva. Por recordar algunas iniciativas como la gestión de calidad total, reingeniería de procesos, gestión de la cadena de suministro etc. Estas iniciativas, aunque han ayudado a las empresas a conseguir algunas ventajas competitivas, son copiables y por lo tanto, no son sostenibles durante un largo periodo de tiempo.
En base a lo anterior, las organizaciones tienen que centrarse en métodos para crear un nuevo conocimiento y explotar el conocimiento existente en sus organizaciones para crear una ventaja competitiva sostenible.
La importancia de enfocarse en el conocimiento como fuente de ventaja competitiva, se entiende mejor cuando observamos el ratio de valor de mercado/valor contable de una empresa que sea intensiva en gestión del conocimiento.
Mi intención con esta serie de posts es hacer hincapié en la importancia de canalizar y crear conocimiento y las estrategias que se podrían seguir para alcanzar la ventaja competitiva sostenible.
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