El cambio estratégico esta guiado por la habilidad para resolver problemas nuevos y desarrollar modelos de negocio nuevos.
El tipo de cambio estratégico que una organización puede implantar pueder abarcar un espectro de evolutivo a revolucionario.
El cambio evolutivo ( contínuo) implica tener que estar adaptando la organización constantemente para conseguir que se desarrolle de acuerdo a su entorno. Esta situación esta frecuentemente guiada por una gran idea o próposito estratégico exponiendo ampliamente dónde la organización quiere estar y permitiendo el aprendizaje durante su desarrollo.
El cambio contínuo se puede introducir como resultado de un aprendizaje proactivo o el intento de mejora en el desempeño, o puede ser introducido de manera reactiva para ocuparse de los movimientos de los competidores o las tendencias del entorno.
El cambio revolucionario (discontínuo) es transformador en su efecto y cambia a menudo el modelo de negocio de las organizaciones lo que implica cambios en la estrategia, estructura, procesos y cultura.
El cambio revolucionario reactivo puede desencadenarse por una situación de crisis, como puede ser la falta de un desempeño adecuado o errores pasados que dejaron a la empresa seriamente alejada de las tendencias del entorno.
A menudo se considera que el cambio revolucionario debe estar liderado por un ejecutico ajeno a la organización porque puede ofrecer una visión y una perspectiva más fresca de la que la empresa pueda tener internamente en ese momento.
El cambio revolucionario habitualmente provoca una ruptura del status quo y con frecuencia implica una transformación en el modelo de negocio de la organización.
Al contrastar los tipos de cambio, contínuo o discontínuo, se puede analizar la dinámica de la alineación o falta de alineación que puede impactar en la organización y la implicación que esto tiene para el estratega.
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