Se puede clasificar a los
miembros de una cadena de valor en función de si retienen más valor del que
crean o si crean más valor del que retienen.
A continuación describo esta
clasificación con la ayuda de algunos animales e insectos, que representarán los
diferentes tipos de empresas.
Abejas: En cada cadena de valor hay, habitualmente, algunas
empresas o individuos que crean mucho valor pero que no consiguen apropiarse de
mucho de este valor.
Como las abejas, estas empresas o
individuos trabajan muy duro durante todo el tiempo para crear valor, pero
otras empresas consiguen más de lo que se merecen , dejando a estas abejas con
menos de lo que crearon, es decir, otras empresas se llevaron su miel.
Un ejemplo podrían ser las
compañías petroleras que encuentran, perforan y extraen petróleo. Obtienen
valor, pero no tanto como los gobiernos exportando e importando.
Hay varias razones por las que
una empresa puede no retener el valor que crea. Una de estas razones es que la
empresa con más poder puede obtener más valor del que crea. En la industria del
petróleo los gobiernos tienen más poder
que las empresas y por lo tanto pueden
obtener más valor. Otro ejemplo sería en los países donde los gobiernos regulan
los precios de los medicamentos, siendo posible que las empresas farmacéuticas
obtengan menos valor del que crean cuando venden los medicamentos a precios más
bajos de los que los pacientes o gobiernos querrían pagar.
Hormigas: En algunas cadenas de valor, las empresas trabajan duro
para crear valor y por lo tanto consiguen un valor apropiado. Se pueden
comparar con hormigas que trabajan muy duro para crear valor y con frecuencia,
obtienen muchos beneficios de su trabajo.
Zorros: Como he comentado antes sobre la industria del petróleo
algunas empresas o gobiernos se apropian de más valor del que crean. En algunos
casos, ni siquiera crean valor pero recogen mucho más de lo que siembran.
Algunas empresas son como zorros, pirañas o buitres, hacen muy poco pero
obtienen mucho valor.
Osos: En su cadena de valor algunas empresas se centran en nichos
de mercado y no se preocupan de tener ventaja competitiva. Hacen lo justo para
conseguirlo. Son lo contrario que las hormigas que trabajan duro todo el
tiempo. Se pueden comparar con los osos. Crean muy poco valor pero tampoco se
quedan con mucho valor del creado.
Todo lo anterior queda reflejado
en el cuadro que presento a continuación,
donde el eje vertical muestra cual es la contribución a la creación de valor de
la empresa, alta o baja. En el eje horizontal se puede ver el nivel de
retención de valor de la empresa, alto o bajo.
Los animales descritos en esta
entrada están en sus correspondientes cuadrantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario