En la entrada anterior comenté cómo definir la proposición de valor y la gran importancia que tiene esta definición dentro del mapa estratégico.
Una vez que se ha establecido la proposición de valor, el siguiente paso para las empresas es formalizar sus planes y estrategias en relación a los ingresos y gastos.
Las estrategias financieras giran, normalmente, en torno a tres áreas críticas:
- Crecimiento de los ingresos
- Productividad
- Utilización de los activos
Todas las organizaciones deben poner mucha atención en cada una de estas tres estrategias. Sin embargo, la elección de la proposición de valor, como expliqué en la anterior entrada, ayuda a decidir cual de la tres será la estrategia dominante y donde habrá que poner el mayor esfuerzo y actividad.
En el esquema que presento a continuación se pueden ver las tres clases de estrategias financieras basadas en la elección de la proposición de valor. (hacer click sobre la imagen para agrandarla)
Las empresas que buscan la eficiencia operacional se enfocarán en conseguir sus objetivos prioritarios a través de un incremento en la productividad y en las estrategias de utilización de activos.
Las organizaciones que sigan el conocimiento del cliente o proposiciones de liderazgo en producto pondrán menos foco en las estrategias de eficiencia y en su lugar intentarán el crecimiento de los ingresos a través de un producto distintivo o valorando las características particulares de los clientes.
En la próxima entrada comentaré con más detalle estas tres estrategias y su aplicación práctica al caso desarrollado para el Hotel de Hielo.
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