El siguiente paso del análisis de costes internos es asignar costes y activos para cada proceso de creación de valor identificado.
Aunque algunas empresas mantienen informes internos en su información sobre la contabilidad de costes, esta información puede no estar alineada con sus procesos.
Las empresas podrían tener que reclasificar sus datos o hacer estudios de costes para asignar los costes y activos para cada proceso. Además, en lugar de hacer un estudio de costes detallado las empresas también pueden hacer estimaciones para asignar los costes a sus procesos de creación de valor.
El método del coste total puede ser la mejor estimación de los costes para evaluar la ventaja estratégica en costes de los procesos de creación de valor de la empresa. Sin la adopción de este método una empresa se arriesga a sacrificar los costes de desarrollo de un producto por los beneficios a corto plazo.
Por ejemplo, los ahorros en coste de mano de obra de una fábrica que una empresa obtiene utilizando sistemas flexibles de fabricación, robótica y fabricación automatizada , podrían ser absorbidos por los altos costes de los programadores del software. Los costes del soporte de los sistemas de información deberían ser distribuidos a los procesos de creación de valor que se benefician de los nuevos sistemas, como parte del coste total.
Para estimar el coste total de cada proceso de creación de valor se usa, normalmente, la disposición total de la capacidad de la actividad o su capacidad práctica.
Los gestores de las instalaciones y los proveedores de equipamiento son fuentes útiles para conocer los estimados de capacidad. Si las estimaciones de la capacidad total tienen mucha variación, la empresa podría hacer el análisis con los costes resultantes de evaluar el análisis de rentabilidad para las diferentes medidas de capacidad. Cuando los costes varían significativamente, las empresas deben buscar más información para conseguir una estimación más realista a largo plazo.
Aunque muchos de los procesos identificados pueden ser determinantes para alcanzar la ventaja competitiva, varios procesos de creación de valor pueden tener diferentes efectos en los costes y productos de la empresa.
Por ejemplo, para una empresa que vende lapiceros, bolígrafos o clips, es poco probable que el servicio postventa sea una preocupación. Por el contrario, el soporte es una parte vital de la estrategia competitiva para los fabricantes de ordenadores o de las fotocopiadoras de alta velocidad.
En la próxima entrada comentaré el siguiente paso del análisis de costes internos que tiene que ver con la identificación de los generadores de coste.
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