Siguiendo con el desarrollo de las 8 magnitudes de la dirección estratégica, en este post comento la cultura y valores.
Empezaré recordando una frase anónima: Un líder lidera con el ejemplo, tenga la intención o no de hacerlo.
Esta dimensión de la dirección estratégica se refiere a la cultura y los valores dentro de las organizaciones y trata del entendimiento compartido entre los líderes y los empleados en relación a los valores establecidos.
La mayoría de las empresas tienen una declaración de valores con una lista de grandes palabras.
Sin embargo lo que distingue la madurez es el grado en que estos valores son comunicados, entendidos y practicados por el líder y también por el resto de empleados.
En este sentido la evidencia clara de una madurez en la cultura y valores debería incluir:
- la aplicación consciente y meditada de los principios y prácticas de gestión del cambio por parte del líder
- el grado de aceptación por los empleados de la visión y cultura de la organización
- su grado de participación en la determinación de la cultura de la organización y las formas de trabajo
- el nivel de confianza, transparencia y libertad para comunicar con franqueza, en contraposición a la cultura del miedo y la negación
- el grado de flexibilidad y voluntad para cambiar y alinearse con las nuevas prioridades estratégicas
- el nivel de conocimiento y consistencia para adaptarse a los valores establecidos y a las políticas de la empresa.
En el siguiente post comentaré el pensamiento estratégico y la planificación.
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