El capital organizativo es la habilidad de una organización para movilizar y sostener el proceso de cambio requerido para ejecutar la estrategia. Además facilita la capacidad para la integración y alineación de los activos tangibles e intangibles con la estrategia ,al cambiar el comportamiento basado en el mapa estratégico.
El capital organizativo se cimenta, habitualmente, en torno a cuatro componentes:
- Cultura. Las actitudes y comportamientos que caracterizan el funcionamiento de una organización deberían respaldar la estrategia de la organización. El cuadro de mando fuerza las respuestas, frecuentemente ambiguas, en las encuestas a los empleados para que sean definidas con más precision. Existen modelos para medir la cultura y el clima laboral, pero casi todos son imperfectos ya que tienden a una increible subjetividad. A modo de idea, una opción podría ser el diseñar un cuestionario específicamente para evaluar la proposición de valor de la empresa.
- Liderazgo. La capacidad de liderazgo para gestionar el cambio es un requisito clave para que una empresa llegue a ser una organización centrada en la estrategia. Habitualmente se han utilizado dos métodos para definir el papel del liderazgo. El proceso de desarrollo del liderazgo está enfocado a cómo los líderes se desarrollan en una organización. El proceso de liderazgo en competencias está enfocado en lo que el líder deberia ser describiendo sus rasgos más apropiados.
- Alineación. La alineación requiere que todos los empleados tengan la capacidad de tomar decisiones en la misma dirección. En primer lugar, los líderes deberían informar sobre los objetivos estratégicos a todos los empleados de una manera que sea entendible. Después, deberían asegurarse que los individuos y los equipos tengan objetivos y reconocimientos para que contribuyan a alcanzar las metas estratégicas.
- Trabajo en equipo y conocimiento compartido. No hay mayor despilfarro que una buena idea que sólo se utiliza una vez. Las empresas deberían generar, organizar y desarrollar conocimiento y distribuirlo para que los empleados tengan fácil acceso cuando buscan información relevante para sus necesidades inmediatas.
El mapa estratégico y el cuadro de mando se deberían centrar en estos atributos en la medida en que se relacionen con la agenda de cambio de la empresa. El uso de objetivos estratégicos y la medida de cada atributo fomenta la creación del informe de preparación del capital organizativo y determinan los cambios que habría que hacer en la empresa para implantar la estrategia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario