Para utilizar la cadena de valor como fuente para identificar oportunidades para diferenciarse se pueden seguir las siguientes etapas:
- construir una cadena de valor para la empresa y para el cliente
- Identificar los generadores de unicidad de cada actividad, por ejemplo, evaluando el potencial de diferenciación de sus productos al examinar cada actividad en la cadena de valor de la empresa e identificando las variables y acciones que permiten a la empresa ser única en relación con la oferta de sus competidores.
- Seleccionar las variables de diferenciación más prometedoras
- Localizar las conexiones entre la cadena de valor de la empresa y la del comprador. En este sentido, el objetivo de la diferenciación es conseguir un mayor precio para la empresa. Esto requiere que la diferenciación de la empresa cree valor para los clientes. Crear valor para los clientes requiere, o que la empresa baje los costes para el cliente o que ayude a los clientes en la diferenciación de su propio producto. El análisis de estas conexiones permite tambien evaluar la potencial rentabilidad de la diferenciación
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