El tamaño de las fábricas y de las empresas es frecuentemente mucho más pequeño que lo que deberían ser en relación con las economías de escala.
La desgana para explotar completamente las economías de escala tiene, normalmente, tres razones:
- Diferenciación del producto: donde las preferencias de los consumidores están diferenciadas , las empresas pueden encontrar que el precio de enfocarse a un único segmento con un producto diferenciado pesa más que el coste más alto de una producción de menor volumen.
- Flexibilidad: La producción eficiente implica una mano de obra especializada, lo que tiende a ser inflexible. En un entorno dinámico, muchas fábricas grandes y empresas tienen mayores dificultades que las unidades más pequeñas para ajustar las fluctuaciones de la demanda y los cambios tecnológicos, los precios de los consumos y las preferencias de los consumidores.
- Problemas de motivación y coordinación: Las unidades de negocio grandes son más complejas y más difíciles de gestionar que las pequeñas. Algunas unidades grandes puede que no alcancen nunca la máxima eficiencia debido a las tensas relaciones laborales, el incremento de los costes de supervisión y también a la menor motivación de los empleados.
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