Incluso en un entorno de caos, tanto interno como externo, las empresas buscan mucho más que la mera supervivencia o no fracasar. Buscan la ventaja competitiva sostenible. Da lo mismo que la empresa cree su ventaja competitiva a través de sus habilidades principales o de un pensamiento estratégico claro, esta ventaja es frecuentemente temporal, breve y no sostenible.
El futuro de la gestión de la tecnología se esta moviendo hacia un paradigma orientado en la ejecución. En lugar de centrarse en una tecnología específica para ganar ventaja competitiva, este cambio de paradigma se enfocará en la capacidad de ejecución de la organización.
La ventaja competitiva requiere un entendimiento claro de la tecnología principal de la empresa y de su estrategia. Una tecnología específica puede conducir a una ventaja competitiva. Pero la ventaja competitiva sostenible viene del aprendizaje de la organización para mejorar constantemente esa tecnología y sus capacidades para ponerla en práctica.
Las capacidades orientadas a la ejecución y que conducen a la ventaja competitiva sostenible se pueden aplicar también a las empresas que no están orientadas a la tecnología ya que el cambio tecnológico es uno más de los numerosos focos de cambio rápido y predominante.
En resumen, la creación de una ventaja competitiva puede ser posible a través de un plan estratégico con las estrategias adecuadas. Sin embargo, la ventaja competitiva sostenible podría significar sólo un objetivo inalcanzable para las empresas que no dispongan de unas capacidades eficientes orientadas a su ejecución.
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