La gran cantidad de cambios, extremadamente rápidos en el entorno tecnólogico y competitivo es un reto permanente para las empresas y que provoca fracasos en las empresas de acuerdo a las razones que indiqué en el post anterior. El ritmo acelerado del cambio tecnológico es abrumador y crea productos sustitutos, nuevos negocios, nuevas capacidades y avances en la mejora de los procesos que nunca antes fueron posibles. Sin embargo, la tecnología es sólo una fuente de cambio. Son tan numerosas las fuentes del cambio que conducen a un entorno de gran confusión provocando los mayores retos para la empresa. Tradicionalmente, el cambio llegaba lento, estable y a un ritmo constante. En los tiempos actuales, el cambio es rápido, dominante y las empresas compiten en este entorno confuso. El éxito de la empresa por la via de los métodos tradicionales ya es historia.
En base a lo anterior, se puede decir que el cambio externo induce al cambio interno. Cuánto más rápido es el primero, más urgente es el segundo. Muchos métodos se han aplicado en las últimas dos décadas incluyendo la tecnología avanzada, el sistema de calidad total, la reingeniería de procesos, etc . Algunos son modas, otros se siguen utilizando, pero ninguno es suficiente. Además la confusión competitiva y las necesidades de cambio urgente, múltiple, ha llevado al caos interno en lugar de a una tranquila y efectiva implantación del cambio. Este entorno de confusión interna requiere un proceso altamente flexible que integre las necesidades organizativas de acuerdo con la dirección estratégica de la organización y con las prioridades estratégicas.
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