A pesar de ser ampliamente utilizado como marco para el análisis de la competencia y para predecir la rentabilidad, el modelo de las 5 fuerzas tiene también sus críticas.
Las mayores críticas vienen de sus fundamentos teóricos.
Su base es el trinomio estructura-comportamiento-desempeño que ha sido ampliamente desplazado por la metodología basada en la teoria de juegos.
Algunos estudiosos han identificado un número determinado de hipótesis en el planteamiento anterior que no se sostienen en la práctica.
Por ejemplo, las relaciones de negocio no son siempre mantenidas en condiciones de independencia.
En este sentido muchas relaciones se caracterizan por posiciones privilegiadas a través de afecto o confianza.
En otras hay sistemas dependientes formados por redes de empresas donde la competencia existe dentro y fuera de estas redes.
Además de estos dudosos fundamentos téoricos, el modelo de las 5 fuerzas esta también limitado por su naturaleza estática dado que ve la estructura de los sectores como estable y determinada externamente.
Esto determina la intensidad de la competencia que en consecuencia influencia el nivel de rentabilidad del sector.
Pero la competencia no es un proceso restringido que determina los precios y beneficios y deja inalterada la estructura de un sector.
La competencia es un proceso dinámico a través del cual la estructura de un sector cambia hacia su evolución y transformación.
En relación con lo anterior un modelo que no tiene las anteriores características en cuenta no consigue reconocer que la competencia cambia la estructura de un sector, en primer lugar por las decisiones estratégicas de las empresas y en segundo lugar como resultado de la interacción competitiva.
Como conclusión diría que la competencia es un proceso dinámico en el que nunca se alcanza el equilibrio y en el curso del cual las estructuras de los sectores están continuamente reformandose.
Las mayores críticas vienen de sus fundamentos teóricos.
Su base es el trinomio estructura-comportamiento-desempeño que ha sido ampliamente desplazado por la metodología basada en la teoria de juegos.
Algunos estudiosos han identificado un número determinado de hipótesis en el planteamiento anterior que no se sostienen en la práctica.
Por ejemplo, las relaciones de negocio no son siempre mantenidas en condiciones de independencia.
En este sentido muchas relaciones se caracterizan por posiciones privilegiadas a través de afecto o confianza.
En otras hay sistemas dependientes formados por redes de empresas donde la competencia existe dentro y fuera de estas redes.
Además de estos dudosos fundamentos téoricos, el modelo de las 5 fuerzas esta también limitado por su naturaleza estática dado que ve la estructura de los sectores como estable y determinada externamente.
Esto determina la intensidad de la competencia que en consecuencia influencia el nivel de rentabilidad del sector.
Pero la competencia no es un proceso restringido que determina los precios y beneficios y deja inalterada la estructura de un sector.
La competencia es un proceso dinámico a través del cual la estructura de un sector cambia hacia su evolución y transformación.
En relación con lo anterior un modelo que no tiene las anteriores características en cuenta no consigue reconocer que la competencia cambia la estructura de un sector, en primer lugar por las decisiones estratégicas de las empresas y en segundo lugar como resultado de la interacción competitiva.
Como conclusión diría que la competencia es un proceso dinámico en el que nunca se alcanza el equilibrio y en el curso del cual las estructuras de los sectores están continuamente reformandose.
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