La efectividad de las barreras de entrada también depende de las expectativas del nuevo competidor en relación a la posibilidad de recibir presión o represalias de los competidores ya existentes.
La presión en contra de un nuevo competidor, tiene normalmente diferentes formas, como por ejemplo, rebajas agresivas de precios, aumento de la publicidad o promociones de ventas, potenciales litigios, etc.
La probabilidad de recibir represalias esta relacionada con el tamaño del nuevo competidor.
En este sentido podemos recordar cuando las compañías japonesas se establecieron en Estados Unidos en los mercados del automóvil y electrónica de consumo, tratando de evitar la presión introduciendo productos en nichos de mercado que se consideraban no rentables para los fabricantes americanos.
Finalmente indicar que una exitosa estrategia de presión o represalia es aquella que disuade al nuevo competidor al utilizar amenazas que son suficientemente creibles como para intimidar a ese potencial aspirante.
La presión en contra de un nuevo competidor, tiene normalmente diferentes formas, como por ejemplo, rebajas agresivas de precios, aumento de la publicidad o promociones de ventas, potenciales litigios, etc.
La probabilidad de recibir represalias esta relacionada con el tamaño del nuevo competidor.
En este sentido podemos recordar cuando las compañías japonesas se establecieron en Estados Unidos en los mercados del automóvil y electrónica de consumo, tratando de evitar la presión introduciendo productos en nichos de mercado que se consideraban no rentables para los fabricantes americanos.
Finalmente indicar que una exitosa estrategia de presión o represalia es aquella que disuade al nuevo competidor al utilizar amenazas que son suficientemente creibles como para intimidar a ese potencial aspirante.
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