En tiempos de incertidumbre la teoría de juegos podría venir al primer plano como herramienta estratégica porque puede ofrecer perspectivas de cómo los "jugadores" podrían actuar en diferentes circunstancias además de otra clase de información valiosa para la toma de decisiones.
Muchos directivos recelan de la teoría de juegos porque piensan que es más teórica que práctica.
La clave estaría en utilizar esta disciplina para desarrollar una gama de resultados basada en las decisiones en situaciones razonables y presentar las ventajas y desventajas de cada opción.
Hay diferentes factores en el entorno económico actual que deberían impulsar la teoría de juegos a un lugar destacado en la estrategia corporativa.
El empeoramiento global y la incertidumbre en la recuperación han provocado cambios radicales en la demanda, la capacidad industrial y en los precios.
Algunas empresas, golpeadas por la crisis, han tratado de "robar" cuota de mercado.
Los nuevos competidores globales de las economías emergentes como China e India, estan perturbando el orden industrial establecido al utilizar nuevas tecnologías y modelos de negocio e incluso nuevos objetivos corporativos, con frecuencia orientados a alcanzar el éxito en el largo plazo.
Esta incertidumbre podría paralizar las decisiones corporativas o lo que podría ser peor, obligar a los directivos a fundamentar las decisiones en sus instintos y poco más.
Por todo ello la teoría de juegos podría revitalizar y contribuir a clarificar la información para la toma de decisiones pero sólo si los potenciales usuarios escogen un cantidad de información relevante para que el ejercicio sea práctico y poder analizar la gama de posibles escenarios.
Muchos directivos recelan de la teoría de juegos porque piensan que es más teórica que práctica.
La clave estaría en utilizar esta disciplina para desarrollar una gama de resultados basada en las decisiones en situaciones razonables y presentar las ventajas y desventajas de cada opción.
Hay diferentes factores en el entorno económico actual que deberían impulsar la teoría de juegos a un lugar destacado en la estrategia corporativa.
El empeoramiento global y la incertidumbre en la recuperación han provocado cambios radicales en la demanda, la capacidad industrial y en los precios.
Algunas empresas, golpeadas por la crisis, han tratado de "robar" cuota de mercado.
Los nuevos competidores globales de las economías emergentes como China e India, estan perturbando el orden industrial establecido al utilizar nuevas tecnologías y modelos de negocio e incluso nuevos objetivos corporativos, con frecuencia orientados a alcanzar el éxito en el largo plazo.
Esta incertidumbre podría paralizar las decisiones corporativas o lo que podría ser peor, obligar a los directivos a fundamentar las decisiones en sus instintos y poco más.
Por todo ello la teoría de juegos podría revitalizar y contribuir a clarificar la información para la toma de decisiones pero sólo si los potenciales usuarios escogen un cantidad de información relevante para que el ejercicio sea práctico y poder analizar la gama de posibles escenarios.
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